IVA – La piedra angular de la tributación moderna
Los Acuerdos Voluntarios Individuales (IVA) se han convertido en la piedra angular de la tributación moderna en el Reino Unido. Están diseñados para ayudar a las personas que están luchando con sus deudas y brindan una forma de evitar la bancarrota. Permiten que las personas paguen sus deudas durante un período prolongado, generalmente de cinco años, ya menudo a una tasa reducida. Los IVA se introdujeron por primera vez en 1986 y, desde entonces, se han vuelto cada vez más comunes. En 2019, había más de 77 000 IVA en el Reino Unido y se espera que este número siga aumentando en los próximos años. Un IVA es un acuerdo legalmente vinculante entre un individuo y sus acreedores. Es supervisado por un profesional de la insolvencia con licencia que es responsable de gestionar el acuerdo. El administrador de insolvencia trabajará con el deudor para crear un plan de pago que tenga en cuenta sus ingresos y gastos, asegurándose de que pueda pagar sus pagos mensuales. Los IVA están disponibles para personas que tienen al menos £ 6,000 de deudas no garantizadas con dos o más acreedores. Las deudas garantizadas, como hipotecas o préstamos para automóviles, no se pueden incluir en un IVA. Los beneficios de un IVA son claros. En primer lugar, permite a las personas evitar la quiebra, que puede tener graves consecuencias, como la pérdida de su vivienda y de cualquier otro bien que puedan tener. En segundo lugar, les brinda un plan de pago mensual manejable, que puede reducir el estrés y la preocupación causados por las deudas. Finalmente, les permite estar libres de deudas dentro de un plazo razonable. Sin embargo, también hay algunos inconvenientes a un IVA. En primer lugar, puede afectar la calificación crediticia de una persona, ya que aparecerá en su informe crediticio durante seis años. Esto puede dificultarles la obtención de crédito en el futuro. En segundo lugar, si no cumplen con sus pagos, el acuerdo puede rescindirse y pueden verse obligados a declararse en quiebra. En resumen, los IVA se han convertido en la piedra angular de la tributación moderna en el Reino Unido. Brindan a las personas una forma de pagar sus deudas durante un período prolongado, a menudo a una tasa reducida, y evitan la bancarrota. Sin embargo, tienen algunos inconvenientes, como el impacto potencial en la calificación crediticia de una persona y el riesgo de terminación si no se mantienen al día con sus pagos. En general, los IVA son una herramienta valiosa para las personas que luchan contra las deudas y buscan volver a encarrilar sus finanzas.