El Diario Oficial de la República Francesa (JORF por sus siglas en francés) lo deja claro: Desde este martes quedan prohibidas las rutas aéreas domésticas a las que "un enlace ferroviario sustitutivo proporciona, en cada sentido, un viaje de menos de dos horas y media".
Esta nueva norma está dentro de la Ley del Clima que el gobierno de Macron aprobó en agosto de 2021 y con la que buscan luchar contra el cambio climático y reducir las emisiones de carbono del servicio regular de transporte aéreo. Una medida que tuvo luz verde por parte de la Comisión Europea y del Consejo de Estado.
Así, esta medida tiene efecto inmediato en los puentes y enlaces aéreos entre Nantes, Burdeos y Lyon con el aeropuerto de la capital gala París-Orly y tiene un período de aplicación de tres años.
Otra de las especificaciones que hay dentro del decreto es que las rutas que se suspenden son aquellas cuya alternativa ferroviaria se efectúe entre las estaciones que dichos aeropuertos dan servicio. Es decir, el vuelo París-Orly a Lyon-Saint Exupery, con una duración de una hora aproximadamentequedaría anulado por la línea de TGV (alta velocidad en Francia) entre París y Lyon, que dura una hora y media.
Al mismo tiempo, el decreto obliga a que los trayectos en tren deban tener "frecuencias suficientes y horarios adecuados" que permitan estar al pasajero más de ocho horas en su destino durante el día.
"No obstante, cuando el más importante de estos dos aeropuertos, habida cuenta del tráfico medio registrado en los últimos siete años, esté directamente servido por un servicio ferroviario de alta velocidadla estación que se tendrá en cuenta para la aplicación de las disposiciones del presente apartado será la que sirva a este aeropuerto", explica el decreto.
En líneas generales, los aeropuertos internacionales de Francia cuentan con estaciones de alta velocidad. Por lo que este párrafo del decreto quiere decir que no será la estación del centro de la ciudad la que aplique esta disposiciónsino la que está dentro del aeropuerto la que sirva como referencia a la hora de suspender una ruta aérea.
Por ejemplo para vuelos al aeropuerto Paris-Charles de Gaulle, se tiene como referencia la estación de TGV del aeropuerto y no estaciones del centro de París. Como resultado de esto, ciudades como Burdeos o Nantes, que están a más de dos horas y media del aeropuerto internacional en tren, mantendrían sus rutas aéreas con la capital gala.
Por otro lado, la conexión entre ambas estaciones debe ser directa, es decir, "sin transbordo de trenes entre estas estaciones, varias veces al día y con un servicio satisfactorio. Para ello, las frecuencias deben ser suficientes en horarios adecuados, teniendo en cuenta las necesidades del transporte de viajeros en este enlace", reza el documento.
Al mismo tiempo, esta prohibición no se aplica a los vuelos de conexión, es decir, aquellos que enlazan con otras rutas internacionales que salen desde París.
La ministra de Transportes de Francia, Clément Beaune, aseguró en una entrevista en la cadena de información económica gala BFM TV que esta medida es "una primicia mundial que está en línea con la política del gobierno de fomentar el uso de medios de transporte que emitan menos gases de efecto invernadero". Beaune reiteró que esto es "un paso imprescindible" y "un fuerte símbolo" para lograr las cero emisiones y descarbonizar el transporte "que todavía representa el 30% de las emisiones", informó.
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