En mi última publicación de blog, hablé de la frustración de la propinflación y señalé un salario digno real como solución. Por eso, es primordial que discutamos el salario mínimo federal y los beneficios de aumentarlo. El salario mínimo federal, modificado por última vez en julio de 2009, se ha mantenido en unos escasos 7,25 dólares la hora. Pero lo más preocupante es que el salario mínimo federal no está vinculado a la inflación, lo que significa que el Congreso debe aumentar manualmente el salario con una nueva política cada pocos años. Cuando miramos el salario federal de 2007 ajustado a la inflación, el salario mínimo ha disminuido un 28% desde entonces. Con alrededor de 2.080 horas de trabajo al año, el salario mínimo federal genera un salario anual de alrededor de 15.080. Este no es un salario digno para la mayoría de los estadounidenses.
Por ejemplo, muchos necesitan ayuda para cubrir necesidades como la vivienda con este salario. Según NPR, el alquiler medio en Estados Unidos está ahora por encima de los 2.000 al mes, lo que es sencillamente inasequible con un salario mínimo. Muchos estadounidenses tienen empleos con salario mínimo pero aún no tienen los fondos para salir de la pobreza. Aumentar el salario mínimo a 15 la hora podría ayudar a sacar de la pobreza a entre 1,9 y 4 millones de personas.
El salario mínimo bajo también contribuye a la desigualdad, ya que muchos de los afectados por el salario mínimo han sido históricamente discriminados. Por ejemplo, las mujeres representan el 63,5% de los que ganan con un salario mínimo o por debajo de él. Además, la segregación ocupacional ha empujado a muchas mujeres de color y latinas a ocupaciones como cuidado infantil, trabajadoras de comida rápida y lavaplatos. Como era de esperar, este conjunto de empleos representa el 74% de los empleos remunerados en el umbral de pobreza o por debajo de él. El aumento del salario mínimo tiene el potencial de beneficiar directamente a estos grupos históricamente marginados.
Aumentar el salario mínimo sería increíblemente útil en todo Estados Unidos. Podría ayudar a aumentar los salarios del 32% de la población de Texas, del 15% de la población de Pensilvania y del 5% de Alabama y Tennessee. Estos son estados que no imponen salarios más altos, como California, donde el salario mínimo predeterminado es ahora de 15 por hora. El aumento del salario mínimo federal está elevando el listón para millones de personas en todo el país a los estándares de los estados que ya cuentan con salarios mínimos más altos.
Si bien esto es sólo una perspectiva de una cuestión muy compleja, los posibles aumentos en la asequibilidad, la igualdad y las oportunidades hacen que sea esencial hablar del caso. Mis próximas publicaciones en el blog discutirán diferentes enfoques y problemas con el salario mínimo para que nosotros, como votantes estadounidenses, podamos tomar decisiones más informadas en el futuro.