Contrariamente a las expectativas, los contratos escritos no tienen que ser contradictorios. De hecho, los efectivos rara vez lo son.
Cuando le entregas a alguien una liberación, un acuerdo de regalías o incluso un documento de sociedad, vale la pena señalar las partes retorcidas, las partes controvertidas y aquellas a las que vale la pena prestar atención.
Después de todo, el mejor momento para comprender un acuerdo es cuando lo firma, no después.
PD: la publicación de mañana trata sobre un nuevo proyecto y llegará unas cuatro horas más tarde de lo habitual para ayudar a coordinar las zonas horarias. Gracias.