Las negociaciones que el PSOE ha mantenido con los diferentes partidos que han dado a Pedro Sánchez la investidura como presidente del Gobierno han tenido varias consecuencias que han afectado a las regiones que gobiernan dichas formaciones políticas.
En estas negociaciones el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha tenido un papel importante. La formación vasca comprometió el apoyo de sus cinco diputados a favor del traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social.
Se trata de una vieja reivindicación del País Vasco, ya que la medida aparecía ya contemplada en el Estatuto de Autonomía, en su artículo 18 (puede consultarse en este enlace del Boletín Oficial del Estado), en el que se explica que «en materia de Seguridad Social corresponderá al País Vasco la gestión del régimen económico de la Seguridad Social«. Esto, junto al resto de competencias pendientes, debe hacerse en el plazo improrrogable de dos años.
El texto, redactado y aprobado en 1979, no trajo consigo la aplicación efectiva de esa competencia para el País Vasco. Ahora, 44 años después, esta autonomía consigue una revindicación histórica que afecta a múltiples aspectos a los ciudadanos. Por ejemplo, en las pensiones.
Este traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social es, como su propio nombre indica, el paso de la gestión al País Vasco. O lo que es lo mismo: será la comunidad autónoma la que se encargue de gestionar el pago de prestaciones, el cobro de las cotizaciones o la contratación de personal, por ejemplo.
Esto, aplicado a las pensiones, significa que será el País Vasco quien se encargue de hacer el abono de las pensiones en las cuentas de los pensionistas o sus funcionarios los que se ocupen de dictaminar si una persona puede acceder o no a una pensión (pero sin imponer criterios propios, solamente aplicando los impuestos por el Estado), por ejemplo.
Por qué el acuerdo PSOE-PNV no rompe la caja única
Así, se descarta que, en materia de pensiones, el acuerdo entre PSOE y PNV afecta de una forma más profunda. También se descarta que sea el fin de la caja única de la Seguridad Social, que como explica la Ley General de la Seguridad Social en su artículo 21 (puede consultarse en este enlace) que «la Tesorería General de la Seguridad Social, como caja única del sistema de la Seguridad Social, llevará a efecto la gestión liquidatoria y recaudatoria de los recursos de esta, así como de los conceptos de recaudación conjunta con las cuotas de la Seguridad Social».
De romperse la caja única de la Seguridad Social, eso implicaría que el dinero por las cotizaciones del País Vasco lo gestionaría directamente la comunidad y no seguiría en manos del Estado, que actualmente transfiere las cantidades necesarias para pagar prestaciones a todas las comunidades tras recaudar los ingresos del sistema.
Gracias a la caja única, la Seguridad Social cubre los posibles desequilibrios entre ingresos del sistema y los gastos necesarios para hacer el pago de las prestaciones. Así lo resume el artículo 74 de la Ley General de la Seguridad Social, que explica que «la Tesorería General de la Seguridad Social es un servicio común con personalidad jurídica propia, en el que, por aplicación de los principios de solidaridad financiera y caja única, se unifican todos los recursos financieros, tanto por operaciones presupuestarias como extrapresupuestarias».