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España intenta acercar posturas entre Francia y Alemania en el tiempo de descuento de las reglas fiscales


El tiempo apremia para zanjar la reforma de las reglas fiscales antes de final de año, plazo al que se había comprometido España que, en calidad de presidencia semestral de Consejo de la UE, ejerce de árbitro de las negociaciones. Su intención pasa por contentar a las partes, y lo ha hecho con un documento que trata de acercar las, hasta ahora, alejadas posturas de Alemania y Francia en el encuentro de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin). La reunión de este jueves se ha vuelto a resolver sin acuerdo y emplaza continuar el debate en un encuentro extraordinario a finales de mes.

La hoja de ruta delineada en la reunión que tuvo lugar en Santiago en septiembre, bautizada como Camino de Santiago, planteaba presentar una propuesta legislativa sobre la reforma de la gobernanza económica ya en octubre. No fue el caso ni el mes pasado ni en la reunión de este jueves, en la que, tras debatir sobre un documento de aterrizaje, se concluyó necesario convocar una reunión extraordinaria a finales de este mes para poder cerrar un acuerdo antes de final de año. Todo ello considerando que en diciembre estaba previsto el último Ecofin del ejercicio.

Es así que, en los próximos días, España hará circular una propuesta de texto legal para acelerar los trabajos a nivel técnico y convocará un Ecofin extraordinario a finales de noviembre, según explicó la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en rueda de prensa. La idea era que la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento estuviera lista para inicio de 2024, cuando volverán a aplicarse las reglas fiscales suspendidas por la pandemia. Pero aún si los Veintisiete y, posteriormente, el Parlamento Europeo, lograran fijar su posición antes de final de año, los trílogos se extenderían más allá del arranque del año.

Ante esta posibilidad, a su llegada al encuentro, el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrosvskis, ha mirado a mayo como horizonte antes del que es importante cerrar el acuerdo, coincidiendo con las recomendaciones por país del Ejecutivo comunitario. «Es importante alcanzar un acuerdo porque el ciclo del semestre europeo estará marcando la trayectoria para 2025, y debe hacerse sobre la base de unas nuevas reglas», ha asegurado.

Según un documento al que ha tenido acceso elEconomista.esla fórmula que plantea España para intentar acercar a Berlín y París plantea salvaguardias comunes para la reducción de deuda y un objetivo de déficit por debajo del umbral máximo del 3%, por un lado. Para satisfacer a la otra parte, abre la puerta a una solución transitoria en la que se consideren los compromisos de los Planes de Recuperación en la primera ronda de los planes estructurales a medio plazo.

Como parte de tal transición, los proyectos relacionados con los préstamos del Fondo de Recuperación y Resiliencia en 2025 y 2026, así como la cofinanciación nacional de los fondos de la UE, se tendrán en cuenta siempre que un Estado miembro solicite una excepción a la salvaguardia, siempre que ello no ponga en peligro la sostenibilidad fiscal a medio plazo.

En un intento por agilizar las conversaciones, Francia y Alemania mantienen conversaciones bilaterales para acercar posturas sobre la reforma. La última fue esta semana en París y la siguiente será en la capital germana en los próximos días. Berlín ha venido pidiendo una cláusula para la reducción de la deuda que ponga en igualdad de condiciones a todos los Estados miembro y añadió a tal requisito que se establezca un objetivo de déficit por debajo del 3% del PIB, es decir, que el 3% sea el máximo pero no la cifra a alcanzar.

Mientras Francia ha venido rechazando tal rigidez y ha abogado por la flexibilidad que, también en un origen, planteaba la propuesta de la Comisión Europea. Esta última fija planes de ajustes individualizados por país de 4 años ampliables a 7 años, siempre que haya reformas e inversiones que lo justifiquen.

Austria, por su parte, se mostró satisfecha de que la aproximación de la propuesta de la presidencia contemple posturas cercanas a la suya propia y la alemana, por lo que reclama reglas sean «cuantificables». En paralelo, Italia encuentra sus peticiones resueltas en la fórmula que incluye la inversión en defensa y en transición verde como factor atenuante a la hora de cumplir con los objetivos de ajuste.





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