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Los cultivos de amapola en Afganistán caerán un 95% en 2023, pero…


La historia de décadas de ocupación, conflicto y pobreza de Afganistán está profundamente entrelazada con su papel como importante productor mundial de opio y heroína.

Según la nueva Encuesta sobre el opio en Afganistán realizada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2023 marca un cambio radical con respecto a esta narrativa, ya que las tierras de cultivo utilizadas para el cultivo de adormidera se redujeron un 95 por ciento desde el año pasado.

Los talibanes, que tomaron el poder en el país en 2021, llevan desde este año una campaña contra el cultivo de la planta que los observadores han calificado de sofisticada.

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Sin embargo, como informa Kathaina Buchholz de Statista, el repentino fin del cultivo de amapola que proporcionó un medio de vida a muchos en Afganistán ha poner a un gran número de personas en riesgo de caer en una pobreza aún más drástica.

La ONU afirma que los agricultores afganos que buscaban alternativas optaron por cultivar más trigo u otros cereales, lo que llevó a que se espera que las familias ganen sólo una fracción de sus ingresos anteriores este año. Según la organización, un período de transición más largo podría haber permitido a los agricultores con parcelas pequeñas pasar a cultivos de mayor valor pero de crecimiento más lento, como la granada o los pistachos. Sin embargo, la ONU cree que la prohibición podría ser una oportunidad para aumentar la seguridad alimentaria e incluso diversificar la economía de Afganistán, mientras persisten las dudas sobre si los agricultores se resistirán a la prohibición en los próximos años a medida que los efectos de la pérdida de ingresos se hagan evidentes.

El rendimiento potencial de opio ha caído de 6.200 toneladas métricas en 2022 a sólo 333 toneladas este año en sólo 10.800 hectáreas de tierras de cultivo. Esto se convertiría en sólo entre 24 y 38 toneladas de heroína de calidad de exportación, en comparación con las 350-580 toneladas estimadas para 2022. La mayor parte de la amapola solía cultivarse en provincias como Helmand y Kandahar, que por cierto también son bastiones tradicionales de los talibanes. Además, la aislada provincia oriental de Nangarhar y la provincia occidental de Badghis, fronteriza con Turkmenistán, solían estar entre los principales productores. En 2000 y 2001, los talibanes ya habían reducido con éxito el cultivo de amapola, pero la prohibición no se mantuvo durante la invasión estadounidense que finalmente llevó al grupo a perder su control del poder.

Además de tomar medidas enérgicas contra el cultivo de amapola, los talibanes en Afganistán también están tratando de limitar la recolección de efedra y otros medios de producción de metanfetamina.

Los datos de la ONUDD muestran que Las incautaciones de metanfetamina en Afganistán han aumentado en los últimos años. En 2022, las cifras de incautaciones estarán al mismo nivel para ambas drogas.

Infografía: Aumenta la producción de metanfetamina en Afganistán |  estadista

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El auge de la metanfetamina es el resultado de la crisis económica en Afganistán que se ha agravado con la toma del poder por parte de los talibanes en 2021.

Las sanciones internacionales y el aislamiento general del país provocaron que la moneda local se depreciara, los precios de los alimentos aumentaran y se redujera el empleo en el sector público, lo que llevó a la población a buscar medios de vida alternativos.

La planta de efedra sólo crece a gran altura, lo que hace posible que en algunas partes de Afganistán se pueda cosechar directamente la fuente de efedrina y pseudoefedrina.

Sin embargo, la ONU cree que el uso de efedrina prefabricada para la producción de metanfetamina es en realidad más común en el país.

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