Las empresas de servicios públicos han cojeado durante gran parte de 2023, pero algunos catalizadores podrían impulsar un puñado de acciones hasta fin de año, según Morgan Stanley. Los servicios públicos son una apuesta muy apreciada por los inversores en ingresos, dados sus pagos de dividendos, su relativa seguridad y su condición de sustitutos de los bonos. Sin embargo, este año ha sido miserable: el índice de servicios públicos del S&P 500 ha bajado un 8,5% en 2023, lo que lo convierte en el rezagado del índice amplio, que ha subido un 16,2%. Los incendios forestales en Maui han llamado la atención sobre cómo el clima severo puede representar un riesgo para los servicios públicos. Hawaiian Electric, envuelta en una controversia sobre su posible responsabilidad en los incendios forestales, se ha desplomado alrededor de un 70% en 2023. Sin embargo, podría haber espacio para algunas ganancias a fin de año, dijo el analista de Morgan Stanley, David Arcaro, en un informe la semana pasada. Las acciones de servicios públicos como grupo ya están ganando un 3,3% en septiembre, mientras que el S&P 500 ha perdido un 1%. “A medida que nos acercamos al tramo final hacia el final del año, creemos que los inversores serán particularmente cuidadosos al elegir sus lugares, atentos al riesgo de caída y centrándose en catalizadores claros y significativos para impulsar el rendimiento”, escribió Arcaro. Las aprobaciones regulatorias, por ejemplo, en torno a proyectos importantes o aumentos de tarifas podrían impulsar las acciones al alza. PPL está esperando una decisión regulatoria en Kentucky sobre una propuesta para reemplazar 1.500 megavatios de generación de energía a carbón y agregar plantas solares, almacenamiento en baterías y dos plantas de gas natural. Se espera que esa decisión se implemente el 6 de noviembre. “Con un riesgo regulatorio bajo y un balance sólido, creemos que la acción puede volver a calificarse a una prima después de que se apruebe la decisión de Kentucky”, escribió Arcaro. Las acciones de PPL caerán más del 12% en 2023 y la empresa pagará una rentabilidad por dividendo del 3,7%. El analista también está observando a DTE y Exelon, ya que ambas compañías tienen desarrollos clave en los casos de tarifas de este otoño, es decir, el proceso por el que pasan las empresas de servicios públicos para determinar las facturas mensuales que cobran a los clientes. Las perspectivas son especialmente halagüeñas para Exelon, señaló Arcaro. “Esperamos un resultado constructivo en el caso que apoye la mitad superior de las previsiones de beneficios”, afirmó el analista de Morgan Stanley. “La acción cotiza con una prima del 3% y creemos que puede volver a calificarse a una acción premium (valoramos con una prima del 10%) con el tiempo con un resultado constructivo en este caso y una ejecución continua de las ganancias”. DTE, con sede en Detroit, ha bajado casi un 9% en 2023 y paga un dividendo del 3,6%. Exelon perdió un 4% este año, pero paga un dividendo del 3,5%. Morgan Stanley tiene una recomendación de sobreponderación en las tres empresas de servicios públicos. – Michael Bloom de CNBC contribuyó a este informe.